jueves, 28 de febrero de 2008

::come il fulgor del creato!::

La Gioconda - Ponchielli - Boito
Dúo de Gioconda y Laura por Bumbry y Cossotto
(Liceu, 1988)

sábado, 23 de febrero de 2008

::la zarzuela NO es mía::

En esta tarde seábado me apetece escribir y divagar sobre un tema que me apasiona como sabreís los frecuentes de este blog: la zarzuela. Más en concreto quiero hablar de una expresión que de tanto leerlo o escucharlo ha terminado por resultarme fatigoso y completamente despreciable: "nuestra zarzuela".

Peña y Goñi en su imprescindible estudio para aficionados y estudiosos del tema, La ópera española y la música dramática en España en el siglo XIX (publicado en edición facsimilar por el ICCMU,) se lamentaba profundamente por la impropia utilización del término "zarzuela" cuando los Barbieri, Arrieta y Gaztambide se lanzaron a la aventura de reconstruir y dar forma de nuevo al edificio del teatro musical español de mediados del XIX. Obras como Jugar con fuego, El juramento, El postillón de la Rioja o más tarde La tempestad, supusieron la respuesta por parte de autores españoles ante la invasión del italianismo -esa "boa constrictor" según Peña y Goñi- patente en las instituciones del Teatro Real y del Real Conservatorio de Música María Cristina, a la sazón reina napolitana.

Zarzuela como recuperación de ese concepto barroco de festival teatral con música en el que partes habladas se sucedían con otras tantas cantadas. Re-idealización de los Nebra o Rodríguez de Hita del XVIII pero de mira obtusa y limitada. Zarzuela fue un término aceptado por todos pero que supuso la crucificación de un género que siempre se vestiría como la hermana pobre y llorona de la ópera. En pleno 2008 aún hay personas que con valiente ignorancia insisten en decir cuando van a ver una zarzuela: "¡si se puede comparar a cualquier ópera!". Es el eterno absurdo; el infinito papanatismo del español.

La historia de la música en España hubiera sido muy distinta de haber adoptado el término "ópera cómica". En Francia, cien años antes, la opèra comique frente al dominio italiano, terminaría imponiéndose como cimiento ideal para un teatro musical que daría en dos siglos joyas como los Boieldeu, Offenbach, Massenet o Poulenc. Claro, que para eso hay que creer que es posible y tener el apoyo de las instituciones. En España casi nunca fue así y fuimos poco a poco cerrando nuestro círculo de acción e interés hasta llegar a acuñar el fatal título de "nuestra zarzuela". ¿Zarzuela de quién, sólo de los nacidos en España? ¿qué ocurre con el inmenso patrimonio zarzuelístico cubano, mexicano, argentino, uruguayo, venezolano, también es "nuestra zarzuela"?

Un amigo inglés muy aficionado al género me comentaba "¿por qué siempre se dice nuestra zarzuela, no es mía también en el momento que la disfruto y estudio?". Una persona que ha llegado a montar en London City un montaje de La del Manojo de Rosas con el título de The girl with the roses. No hace falta hablar de que la falta de prejuicios y sobre todo de complejos hace mucho a su favor.
En España no: nos empeñamos en seguir tratando a esta niña tonta y cojita llamada "zarzuela" como nuestra. La pobre nos ha salido rana y golfa, ¡qué se le va a hacer! Mientras siga vistiéndose de manola o chulapa bien, como intente sobrepasarse y creer que puede llegar a tener proyección internacional o vestirse con una propuesta escénica acorde a los tiempos... mal, mal, mal. La damos una paliza y la encerramos en su cuarto durante unos meses soportando ideas de la perversión de La Fiesta Nacional en la Zarzuela, ideada y pagada por esa Fundación de la Zarzuela Española (¡y olé!) que viene a ser agujero negro por donde la constructora OHL se desgraba un dineral todos los años. Dicha fundación, además de idear espectáculos trasnochados para nuestros tiempos publica una no menos decadente revista, La Zarzuela, de título originalísimo y contenido basurero en la mayoría de ocasiones. Alguna vez ha amenazado con montar en un teatro de Madrid zarzuela "como Dios manda", léase, sin Bieitos o incluso Sagis de por medio. Supongo que llegará el día y que entonces se verá un teatro con edad de público media de 75 años que no creen en un género como éste... Teatro de Nuestra Santa y Gloriosa Zarzuela Española. Nos quedamos ahí.

En el Teatro de la Zarzuela se hacen cosas mejores, peores, pero en los últimos años se ha llegado a un punto de aceptabilidad e incluso brillantez con los montajes. El punto por resolver es el del diseño de repartos completamente satisfactorios -ideales, lo sé-, y terminar con la situación oficial en la que se encuentran para poder dar paso a grabaciones en CD y DVD de las propuestas de mayor interés. Por cierto, ¿es aguantable a estas alturas un coro de señoritas y señoritos de 65 años que cada uno canta y se mueve por donde le suele apetecer? ¿no se han dado cuenta todavía de que la OSM no se toma para nada en serio su lugar en el foso y que donde realmente quiere estar es en el Auditorio?

Poco más escribo por hoy. De fondo tengo La belle Helène, ¡cuánto sabía este Offenbach cuando llamó a sus grandes obras opèras-bouffes! Por hoy me despido renegando de la expresión "nuestra zarzuela", símbolo a día de hoy de los que no quieren ver más allá de sus narices, de esos papás tiránicos de una niña pobrecita. Os invito a que vayais a ver La Generala dirigida con brillantez en lo escénico por Emilio Sagi ... todo es cuestión de creer. Creer que no sea un producto macilento y decadente; creer que no es una imagen de marionetas muertas como como ésta:


martes, 12 de febrero de 2008

::es un muñeco el arlequín::


Después de muchos años de ausencia regresa al Teatro de la Zarzuela una de las operetas españolas más populares y queridas por el gran público: La generala (1912), con divertidísimo libro de Perrín y Palacios (El husar de la guardia, La gatita blanca, Bohemios) y música encantadoramente vienesa de Amadeu Vives (Doña Francisquita, Maruxa, La villana.)

La importancia de este nuevo montaje reside, además de en su interés artístico con dos repartos excelentes e interesantes ambos, en que será embajador del Teatro de la Zarzuela en París. Con cartel muy similar se estrenará en el Théâthre du Chatelet en mayo de este mismo año. La zarzuela gusta mucho fuera de nuestras fronteras. Cada vez se pide más... y mejor. Sonados son los estrenos de la Luisa Fernanda que Plácido Domingo está paseando por medio mundo y no es, ni mucho menos, el único ejemplo, de zarzuela representada fuera de España. En los últimos años se han escuchado, entre otras, Pan y toros o Doña Francisquita.

El Chatelet es uno de los templos parisinos de la opereta así que estamos de enhorabuena con que se lleve un poquito del mejor teatro musical hispano. La generala es una obra que atrapa por su melodismo, por sus contagiosos ritmos de vals, polca o galope, que enternece con sus dúos de amor o que hace que sonrías malicioso cuando Berta canta eso de

Es un muñeco el arlequín
un muñequito de cartón
que para hacerle así bailar
hay que tirarle del cordón.

Esperemos que, desde el viernes 15 en que se estrena no haya un día que el público no deje de abarrotar la sala de la calle Jovellanos para aplaudir el nuevo montaje de Emilio Sagi -cuyo último éxito en la Zarzuela fue una inolvidable Parranda- y el arte de Ismael Jordi, Carmen González, Sonia de Munck, Luis Álvarez y el resto de artistas que conforman los repartos.

En París el éxito está casi asegurado; ahora sólo nos cabe esperar que nos envíen por su parte alguno de sus estupendos montajes de operetas francesas: La gran duquesa de Gerolstein y La bella Helena ideadas por Laurent Pelly, la Veronique que acaba de estrenar Fanny Ardant o El cantor de México que la temporada pasada arrasó en la capital gala y que estaba precisamente dirigido por Sagi y cantado por Ismael Jordi.

Hoy me despido con un ¡qué viva la opereta!


sábado, 9 de febrero de 2008

::croce e delizia al cor::

¿Qué tiene esta música que sigue emocionándonos por mucho que la hayamos escuchado ya? Sin duda Verdi sabía mucho de teatro y sabía cómo llevar a sus espectadores a donde él quería -Puccini fue otro parecido e incluso Wagner-. Os propongo para esta mañana de sábado una muy estética versión del "Ah fors´è lui" de La traviata. Tiene subtítulos en castellano. Hoy sólo podía ser ella :)


viernes, 8 de febrero de 2008

::esa señora::


Siempre grande. Aguardad al final... sin palabras.

::la del manojo de rosas::


Sorozábal conoció un Madrid, el de 1934, en el que la juventud aún sabía entender la belleza de un manojo de rosas. Creo que hoy en día pocos somos los jóvenes que podemos entender un teatro en el que además de divertirnos podamos escuchar la mejor música y vincularnos a una tradición de décadas como el maestro pretendió: un nuevo sainete madrileño, de su tiempo, el Madrid republicano de los años 30, en el que cada número -con excepción de las dos romanzas- sean bailables como ya hicieran Chueca, Rubio, Nieto y la mayoría de autores del género chico del XIX.

Lo consiguió: La del Manojo de Rosas desde su mismo título es homenaje a un Madrid que ya no era pero que sus habitantes eran capaces de disfrutar y reactualizar. Las chulapas ahora enseñaban los tobillos, montaban en bicicleta y bajaban a Rosales a ver los conciertos de la Banda Municipal del Maestro Villa. El chotis era un recuerdo nostálgico de verbena y el fox-charles hacía furor.


¿Para la gente de 2008 sería posible un Manojo de Rosas? Yo creo que sí, pero hay que regenerar el teatro que cada vez anda más de capa caída con absurdos musicales que al final no son "ni chicha ni limoná". ¿Un musical sobre "El dúo dinámico"? Con todos mis respetos, NO. ¿Con ese presupuesto no se pueden proponer lecturas nuevas, juveniles, llenas de vida, de obras como ésta? Los jóvenes no queremos cantar el "Qué tiempos aquellos"... queremos volver a enamorarnos con "Hace tiempo que vengo al taller". El montaje tan paseado de Sagi sobre La del Manojo de Rosas tan Chamberí-34 es muy bello, ¿pero no va siendo el momento de entender esta obra desde la sensibilidad de hoy en día?


Cantemos, bailemos, riamos y volvamos a emocionarnos con La del Manojo de Rosas. Somos ascensiones, joaquines y ricardos y de hoy en día...


(Perdón por la calidad del vídeo, pero por volver a ver imágenes del montaje de Sagi merecen la pena. Con José Julián Frontal y Milagros Martín.)



martes, 5 de febrero de 2008

::vuelve hamlet::

Quizás recordeís hace unos mesecillos que os recomendé un montaje del gran clásico de Shakespeare, Hamlet, por la compañía Réplika. Pues bien, ¡vuelven! y no puedo menos que recomendaros con gran pasión que vayaís a verles y disfrutar de su lectura intesa y cercana de tan impresionante título.
A partir del 9 de febrero y hasta el 29 del mismo mes habrá únicamente nueve funciones:
Viernes a las 20 horas - Sábados y Domingos a las 19 horas.

TEATRO RÉPLIKA
Tlf de reservas e información: 915350570
Justo Dorado, 8. Metro Guzmán el Bueno.
Si quereis leer la reseña que escribí entonces sobre el buen hacer de Raúl Chacón y Socorro Anadón (Hamlet él, Gertrudis ella), pulsad aquí.
Saludos !!!