Los aficionados a la ópera, tras las pasadas representaciones de
La Gioconda en
el Real, nos preguntábamos: "¿cómo es posible que no se haga más ballet en este teatro cuando está claro que al público le gusta?". Bien, habría mucho que matizar sobre esta cuestión... no me extenderé.
En
Gioconda el ballet no deja de ser un fragmento de apenas 10 minutos inserto en una ópera popularísima y que atrae al público por descontado. Es como si en medio de una tarta te ponen, además, una guinda... pues te la comes con gusto.
Asistí hace dos temporadas al coliseo de la Plaza de Oriente a una función de
El corsario por las huestes del
Marinski, ballet conocido donde los haya de los ballets imperiales rusos y la verdad que el teatro estaba bastante bastante lleno.
La temporada que viene, tras el exitazo de
Corella bailando la danza de las horas en
Gioconda, se le volverá a contratar para montar con su compañía el maravilloso ballet
La bayadera con música de
Minkus y coreografía de
Petipá. Es del estilo de
Corsario o
Don Quijote pero con un encanto añadido de exotismo hindú y un último acto en el Reino de las Sombras que deja a uno sobrecogido.
El público de Madrid tendrá oportunidad para demostrar que sí es aficionado al ballet cuando se le ofrece en bandeja de plata y con un nivel artístico realmente considerable. Corella es a día de hoy el grande entre los grandes; no sé si
su compañía estará a la altura o si aún estarán algo "verdes"... lo cierto es que podríamos habernos ahorrado la gran gala de figuras del ballet y haber contratado al
American Ballet junto a Corella (su bailarín solista) para esta
Bayadera...
Os dejo un video suyo en la variación de
El Corsario ya que en YouTube no me dejan pegaros su interpretación -impresionante- de la variación del ídolo de oro de
La Bayadera. Si quereis -debeis- verla,
pinchad aquí.