domingo, 30 de diciembre de 2007

::un ratón straussiano::

Llega la Nochevieja, un año más... uvas, champán, más turrón y valses del concierto de Año Nuevo. Bueno, valses ya no se bailan, aunque en mi casa, que somos un poco de otro mundo, tenemos la costumbre de poner el brindis de La Traviata cuando terminan las doce campanadas y así nos ahorramos las felicitaciones de Ramón García con su capa de tuno tunante y de Anne Igartiburu. Yo, además, este año iré con mis amigos a una fiesta surrealista de disfraces en la que dudo que suenen aires vieneses.

La familia Strauss y la Viena fin-de-siècle son una de mis debilidades musicales, ya lo sabeís de sobra. Hoy navegando por Youtube me he encontrado con un divertido capítulo de Tom y Jerry en el que precisamente se homenajea todo ese mundo. Aunque es en inglés creo que es de comprensión elemental, vereís como sí...

This is the story of a waltzing mouse (...) in the home of Johann Strauss [the Second.] ¡Divertios con little Johann!



¡ FELIZ AÑO NUEVO!

sábado, 22 de diciembre de 2007

::la magia de berganza::

Entrecierren los ojos... enciendan sus altavoces... déjense llevar por la magia de una de las mejores voces que ha dado la Península... Con todos ustedes, Teresa Berganza en la Canción de cuna para dormir a un negrito de Xavier Montsalvatge. En sus corazones, como en el mío, se entremezclarán un algo de somnolencia, un poco de mar y un pedazo de coco muy tierno... ¿Porque todos los belenes tienen niños blanquitos?



Recital en el Festival de Aix en Provence de 1964

lunes, 17 de diciembre de 2007

::carta a luis olmos, director del teatro de la zarzuela::

Estimado Sr. Olmos:

Como público habitual del teatro que usted dirige y aficionado al teatro lírico en general, no puedo menos que escribirle desde la indignación y la estupefacción al haberme percatado de como la Zarzuela ha dejado de editar los libretos que desde siempre venía ofreciendo a su público.

Asistir a una representación de La Bruja pero darse cuenta de que el disfrute no podía continuar en casa cuando leyese los siempre interesantes artículos de especialistas en la cuestión, o me deleitase con las líneas de dos de nuestros más afamados libretistas, Ramos Carrión y Vital Aza, es una noticia cuanto menos lamentable. ¿Acaso en el Teatro de la Zarzuela no se tiene la misma sensibilidad ante noticia tan amarga?

Era el Teatro de la Zarzuela modelo para muchos otros coliseos líricos nacionales gracias a sus libretos, que combinaban una calidad literaria de altísimo nivel junto a una línea editorial de primera categoría… ¡y todo a un precio realmente asequible! ¿Qué nos va a quedar ahora en cuanto a escritos científicos sobre zarzuela y ópera española…? Muy sencillo: las muy esporádicas y no tan accesibles publicaciones del ICCMU.

No es cuestión de dinero. El Estado es deficitario por definición y a un teatro público se le adjudica un presupuesto para que lo gaste. Los programas de mano que ahora se ofrecen -y que hasta podemos descargar por Internet- están muy bien, vaya mi aplauso por ellos; pero realmente editarlos con las tapas de cartón y en color, considerando el número de páginas y teniendo en cuenta los miles de ellos que hay que imprimir para tantas funciones, estoy seguro de que eleva su presupuesto al cercano de los libretos que antes se editaban y vendían en la tienda de su Teatro de la Zarzuela.

¿Se trata de algo esporádico por tratarse de una reposición? ¿Se continuará con esta línea a lo largo de la presente temporada en la que se ofrecen obras muy poco habituales y sobre las que poco o nada hay escrito científicamente…? Confío en que se trate de un mal sueño, de que el Teatro de la Zarzuela continuará mimando a un género… no a unas representaciones con las que ganar taquilla.

Espero que los aficionados a la zarzuela y por qué no, todos los que se interesan por mover la cultura, por crear cultura, no tengan que terminar esta temporada con ese verso de Black el payaso en el que se dice “¡Qué pena, señor, qué pena!”.

Y es que la Zarzuela es mucho más que un teatro.


Esta carta, con algunos cambios, la envié el sábado mismo a la dirección del Teatro de la Zarzuela ante la muy desgraciada noticia, ante el atentado cultural, que ha sucedido con el caso de los libretos. Se acabaron los artículos escritos por especialistas sobre las obras, ¿quién es el cazurro que quiere aprender sobre zarzuela?

En fin... si estás de acuerdo con que no se puede permitir que un teatro público dedicado a la lírica española haya decidido que su público no tiene ganas de aprender y formarse escribe un correo electrónico a secretariadireccion.tz@inaem.mcu.es

Saludos a todos.


miércoles, 12 de diciembre de 2007

::lorca baila un vals::

Después de la arenga quasi-nacionalista de ayer -¡Por Dios, me he leido hoy y sueno a Peña y Goñi!-, he decidido relajar el tono y ofreceros un bombón; un auténtico encanto de praliné... un poema de Lorca ante el que es imposible no derretirse. Decadente, risueño, almibarado... irónico, sutil, ¡vienés en tres por cuatro...!

En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals del "Te quiero siempre".

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.

martes, 11 de diciembre de 2007

::vuelve la bruja a madrid::

Vuelve La bruja... vuelve una obra mítica, una de esas zarzuelas, mejor dicho, zarzuelones, que a uno dejan cautivado en su butaca durante tres actos. ¿Las razones? sólo hay una: música, música y música. Ruperto Chapí con esta obra grande y otras del mismo género como La tempestad, Curro Vargas, La Cara de Dios... pero también, ¿por qué no? , con otras más chicas como La revoltosa, Las bravías o La chavala, logró definir y elevar a la enésima potencia la auténtica música dramática española, la zarzuela. Zarzuela... ópera cómica, sí, pero obra lírica, al fin y al cabo. Las ideas de un Bretón en Los amantes de Teruel o del propio Chapí con empeños como Circe o la propia Margarita la tornera cayeron en saco roto. La ópera española, nuestro teatro lírico, tiene un nombre: zarzuela.

Todo el que en estas navidades quiera pasar un rato más que agradable escuchando música de la buena y a cantantes del nivel de José Bros, Susana Cordón, Nacy Fabiola Herrera o María Macía (que vuelve a Jovellanos después de su debut en los Luis Alonso,) que no deje de pasarse por el Teatro de la Zarzuela. Ante obras de este nivel -¿quién no recuerda la jota, el dúo del segundo acto o el terceto de las brujas...?- el hechizo está plénamente garantizado...

¿Crees ya en las brujas...?

(Para saber más sobre el argumento de la zarzuela pincha aquí.)

martes, 4 de diciembre de 2007

::nos dejá luis iberni::

A todos nos ha pillado por sorpresa el fallecimiento del profesor Luis G. Iberni. Desde hace años comencé a admirar su trabajo con su estudio sobre Chapí, sus conferencias en la Zarzuela y sus textos en El Cultural. Este año por fin cumplía uno de mis sueños al ser alumnos suyo pero... la vida veces nos da estos mazazos y desde aquí deseo que su familia se encuentre lo mejor posible. La verdad es que en la facultad va a dejar un vacío difícil de recuperar. Qué gran persona y qué gran profesional.

Os copio un breve texto que he publicado en zarzuela.net in memoriam.

http://www.zarzuela.net/ref/feat/iberni-obit_spa.htm

Un hombre, un musicólogo, un maestro

Unas líneas sobre Luis Gracia Iberni

3 de Diciembre de 2007

Luis G. Iberni, 1964-2007


Puede que sus clases no fueran un derroche de metodicidad y cálculo preciso. Su aspecto desgarbado, su estar aquí pero a la vez en cien partes, sus ojillos que parecían estar escudriñando siempre cada sonido, cada carácter… ¡sus “gloriosos” ejemplos al piano…! Puede que fuera todas esas cosas… y muchas más.

En los últimos años estuvo conviviendo mano a mano con un tío suyo, un tal “tío Pablo”, como él nos contaba en todo momento. “Tío Pablo” por aquí, “tío Pablo” por allá... Ya fuera la clase de Historia de la Danza o la de Crítica y Gestión Musical, Pablo Sarasate tenía que volver a tocar el violín para nosotros. Y es que Iberni se traía entre manos la publicación del estudio definitivo sobre el insigne músico navarro cuando alguien, no sé bien quién, decidió que debía dejarnos sin su “estilazo” narrativo, sin su destreza y magisterio musicológicos.

Iberni el musicólogo, Iberni el maestro. Sus clases eran sensacionales por cuanto de anárquicas y fabulosas tenían. Escucharle era un placer, leerle un gustazo. Se preguntaba en algún momento: “¿Cuándo escucharemos La Cara de Dios?”… La pasión y extrema meticulosidad que imprimió a cada una de las frases de su imprescindible estudio sobre Ruperto Chapí nos abrieron los ojos ante un compositor que durante décadas había sido, simplemente, el autor de La revoltosa. Es por Luis G. Iberni por quien hoy, por ejemplo, podemos decir: El autor de Margarita la tornera.

Pronto, Luis, podrás ver La Cara de Dios, La cortijera o El puñao de rosas en tu Teatro de la Zarzuela. En menos de un mes La bruja, ¿nos suena de algo…? No nos sentiremos tan solos o afligidos cuando podamos escuchar a Don Ruperto o al tío Pablo, porque tú, Luis, al lado de tus alumnos, de tus colegas, incluso de aquellos que no te conocieron en persona, con tu sonrisa y sensibilidad, eras parte de esa música.