domingo, 23 de septiembre de 2007

::mis heroínas preferidas (V) - salomé::

Oscar Wilde pensó su inolvidable y anfibio personaje para "la Divina", para Sara Bernhardt. El personaje, como todos los que creó la actriz inglesa se convirtió en un icono de su época, en un icono del mal, de un siglo XX sanguinario que estaba a punto de comenzar (1893). Salomé es la profanación de lo más sagrado, la ruptura con todo lo anterior. Uno de los personajes femeninos más transgresores del imaginario de nuestra cultura y protagonista de una obra de teatro "maldita" que no se pudo representar en Inglaterra hasta medio siglo después de la muerte de Wilde.

Richard Strauss (compositor de las óperas El caballero de la rosa, Elektra, o el poema sinfónico Así habló Zaratustra) vio una representación alemana de la Salomé de Wilde y se dijo: "aquí hay chicha para un operón". Lo escribió, sobre traducción y ligera adaptación del texto inglés, y se estrenó en Dresde en 1905. El escándalo fue monumental. La música era demoledora para los oídos de la época, aún poco acostumbrados al primitivismo musical. En Viena y Londrés fue retocada y pasada por censura para poder estrenarla. En Nueva York directamente suspendieron las funciones ante el ruido provocado por los alborotadores en la noche del estreno. En España fue un aunténtico revulsivo y conmocionó al ambiente musical de la época como años antes habían hecho los poemas musicales de este genio de Munich.

Versiones buenas de Salomé he visto varias en Youtube... de la escena de los siete velos, del dúo con Yokanaan (Juan el Bautista)... pero hoy os dejo -para reírnos un poco- una versión absolutamente rompedora de un loco de Internet que se hace vídeos-playbacks recreando su mundo musical predilecto (la gran ópera del XX y el sinfonismo romántico). Su rostro, por momentos, nos puede remitir a la Bernhardt que ójala hubiera vivido más para poder grabar en vídeo a su inolvidable personaje. El vídeo lo selecciono, además, porque tiene subtítulos en inglés y podemos enterarnos de lo que nos cuenta la bailarina lúbrica y sanguinaria antes de que el rey Herodes ordene su ejecución.

Con todos ustedes, Salomé frente a la cabeza decapitada de El Bautista (agárrense a los asientos.)


sábado, 22 de septiembre de 2007

::la noche en blanco en cuchilleros::

Doña Francisquita, comedia lírica de Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw. Música de Amadeu Vives. Acto III. Cuadro II.

Patio de una casa. En el lateral izquierdo, una puerta que comunica directamente con la calle. En el fondo de la planta baja, puerta central que da acceso a un salón y una ventana a cada lado. En la planta alta, corredor volado, y, en él, una o dos puertas, del piso entresuelo. En el lateral izquierdo, escalera que une el corredor con el patio. Bancos convenientemente distribuidos. Varios faroles de aceite encendidos. Por encima de la tapia que cierra el lateral derecho, luz de luna.

Esta es la acotación que da comienzo a un cuadro noctámbulo como pocos. Los madrileños de los años 30 del XIX, del Madrid fernandino, se daban cita en el Baile de Cuchilleros, cercano a la famosa puerta de la Plaza Mayor, para bailar, reír, beber y quererse toda la noche.

Entre ellos, Aurora la Beltrana, célebre tonadillera del Teatro de la Cruz que se arranca a cantarse el maravilloso "Bolero del Marabú". Sirva, de paso, como homenaje a la inolvidable Emma Penella.



Un romántico - ¡Bravo! ¡Bien por la Beltrana!

Otro- ¿Y no se baila el fandango?

Otro- ¿Cómo que no? ¡Venga el baile!



Esta noche es "La noche en blanco". Un año más el Ayuntamiento se olvida de una de las manifestaciones musicales más netamente madrileñas y no hay nada de nada de zarzuela en el programa. Con esta orgía musical que es el cuadro del Cuchilleros en Doña Francisquita por lo menos podemos imaginarnos una noche del Madrid romántico... lleno de parejas furtivas, serenos cantando las horas y algún rasgueo de guitarras y cantes boleros a lo lejor.

Porque mi noche de ayer fue lo más parecido a todo esto, pero en 2007... ¡vaya por todos ustedes y por tí especialmente! Porque esta noche "en blanco" sea para todos inolvidable y porque el año que viene, "algo", aunque sea poquito, nos den de buena música.

martes, 18 de septiembre de 2007

::está escrito en las estrellas::

La opereta es lo que tiene. Magia, ilusión y a veces más de una lagrimita. Quiero hablaros hoy de Giuditta, una de mis obras preferidas de este género y que contiene algunos de los momentos más bellos y sobrecogedores de los que escribiera su eminente autor, Franz Lehár. El compositor de El país de las sonrisas o Eva puso la doble barra final a su carrera con esta opereta de 1934 en la que intentó, una vez más, acercarse a lo operístico pero sin olvidar que escribía para un gran público que ansiaba de él sus arrebatadoras melodías de opereta que a todos gustaban y a todos llegaban. Giuditta se estrenó en la Staatsoper de Viena, no en un teatro de opereta. No gustó mucho al principio; cuando la obra llegó a las salas opereteras fue un exitazo y se ha mantenido en cartel hasta hoy en día.

Para algunos estudiosos del asunto Giuditta es la obra maestra de Lehár. Yo no diré tal. Más "auténticas" y absolutamente redondas son El conde de Luxemburgo o La viuda alegre. Sin embargo, en Giuditta el maestro andó muy pero que muy acertado. El argumento es bastante triste, como venía siendo habitual en las operetas de a partir de los años 20, cada vez más melancólicas y decadentes. Sus autores soñaban con un mundo que desde la 1ª Guerra Mundial había desaparecido y al que nunca podrían regresar. Giuditta vive en algún lugar medio desierto, medio exótico, de la costa mediterránea africana. Allí conoce a un militar, Octavio, al que adora y con el que comienza una relación. Octavio es llamado a la tropa y debe abandonar a Giuditta; ésta le ruega que se haga desertor y que no la abandone como han hecho todos los hombres a los que ha amado. Octavio huye y ella decide cantar en un cabaré de la zona. Octavio volverá pero ya nunca podrán volver a quererse bien y la obra termina con un sabor bastante agridulce.

Pero hoy estoy muy contento y no quiero contaros penas. Os cuelgo un vídeo maravilloso de Ana Netrebko cantando ¡y bailando! la romanza de Giuditta en la que relata a los espectadores del cabaré lo candoroso de sus labios y la necesidad que todos tenemos en la vida de besar y amar. Está escrito en las estrellas. Atención a la introducción y a los acordes andalucistas que teóricamente avocarían a los vieneses los sones de la música norteafricana. El estribillo de la canción es realmente irresisitible, uno de los valses más bellos de los que he escuchado nunca.

Besad y amad.


lunes, 17 de septiembre de 2007

::este jueves, un chotis en la filmoteca::

Yo, como siempre, proponiendo planes y arreglando las tardes-noches al personal. En esta ocasión os quería decir que el jueves que viene, día 20 de septiembre, a las 10 de la noche en la Filmoteca tendremos los que estemos por los madriles la ocasión de ver la película Rosa de Madrid.

El título seguramente os suene, pero no por el film -que nunca se ha pasado por televisión-, sino por el mítico cuplé-chotis que empieza con eso de "Nacida en el Madrid de la Bombilla..." y que tiene uno de los estribillos más irresistibles de cuantos cuplés existan: "Y decían al mirarme tan dichosa, es Rosa de Madrid, es Rosa de Madrid...". De esta canción os cuelgo mi versión preferida, la que grabase Margarita Sánchez a principio de los años 50. La canción había sido creación de la gran Merceditas Serós, rival de Raquel Méller, y sus autores eran Soriano y Luis Barta. La letra es de Luis Fernández Ardavín, quien escribiera la obra de teatro homónima estrenada en el Arriaga de Bilbao en 1925. En la cinta actúa una jovencísima Conchita Montenegro, la primera española en conquistar Hollywood, una primera Penélope Cruz morena y de ojazos negros que se dedicó a escandalizar al mundo entero con pelis subiditas de tono y donde solía encarnar papeles de mujer fatal. En su memoria, ya que murió el pasado mes de abril con casi 100 años de edad, la Filmoteca programa esta película.

Rosa de Madrid, la obra de teatro, la peli de 1926 y el cuplé, nos cuenta la historia clásica de la mujer que siendo buena se pierde por cosas de la "dibilidaz". Luis Fernández Ardavín, de paso, aprovecha para escribir uno de los actos de amor a Madrid más decadentes pero con más encanto de época de cuantos se hayan escrito. Ardavín posee un verso desmesuradamente elegante pero a la vez de fácil comprensión y coloquialidad. La película es muda, la dirigió su hermano Eusebio Fernández Ardavín, uno de los directores referentes del primer cine español, y supongo que será rigurosamente fiel a la obra original pero cargada de los detalles geniales con los que este director solía colorear sus filmes (maravillosas sus panorámicas sevillanas en La reina mora.) El papel de la familia-emporio Ardavín en la prehistoria del cine español es interesantísimo; fueron productores, guionistas, directores y cartelistas de decenas y decenas de filmes, la mayoría de rotundo y memorable éxito como La bejarana -de nuevo una adaptación de un libreto de Luis- o El negro que tenía el alma blanca que llegó a tener un remake en los años 30 con Conchita Piquer como protagonista.

Ya lo sabeís, si quereís daros un paseito el jueves por el Madrid de los locos años 20, tararear el "Soy Rosa de Madrid, soy Rosa de Madrid" y, si eso, hasta emocionaros con la historia de Rosa, Miguel y Enrique, pues pasaros por la Filmoteca y disfrutad de una cinta que no todos los días uno puede ver. Yo, después de soltaros todo este rollo, confieso que no podré ir a verla porque el mismo día tengo la primera asamblea de curso de liberACCIÓN, así que desde el Marx Madera, donde nos reunimos, nos bailaremos un chotis en vuestro honor. Espero que si alguien va a verla nos deje aquí sus comentarios cupleteros.


viernes, 14 de septiembre de 2007

::mis heroínas preferidas (IV) - la reina de la noche::

Lo prometido es deuda así que continuaré con mi serie de heroínas. De la que hoy voy a hablar realmente no estoy muy seguro de que sea de mis prefes, pero ha sido algo personal con un amigo que sé que la adora -bueno, dos amigos son quienes la adoran, además tocayos...

La Reina de la Noche, de La flauta mágica, no sabemos bien quién es. Tenemos una escenita en que un príncipe corre delante de una serpiente gigantesca... aparecen las tres damas de la noche, le salvan, se lo quieren rifar muy vampirescas ellas, pero resulta que éste se despierta, y de no se sabe dónde aparece un señor vestido de loro que se llama Papageno. Después de unos dialogitos se abre la tierra y se nos presenta una señora pintada de plateado y que se hace llamar La Reina de la Noche. Mozart, para que quede bien claro que es una super reina la escribe un "aria de entrada" sobrenatural, espeluznantemente difícil pero de una belleza sin parangón. Se trata del "O zittre nicht" ("¡oh, no tiembles!"). Resumiendo, que la Reina hace to´el lío al principito Tamino y a ese señor al que le mola vestirse de ave del paraíso gigante 1:80 porque dice que así se cazan mejor los pájaros. Ambos deberan ir a salvar a la princesa Pamina, cautiva del Rey del Dia, el gran Sarastro.

Mil enredos y triunfo del día sobre la noche, del bien sobre el mal. Happy end memorable y el hombre-loro con una mujer-lora llamada Papagena rodeada de Papagenitos, ¿era realmente necesario? Yo me conformaba con el Papageno soltero... entre tantas plumas ya no sé si la heroína es la reina o el loro.

Para Mozart esta zarzuela (bueno en alemán, singspiel... una obra cómico-lírica con partes habladas y cantadas) supuso una de sus más altas creaciones y uno de sus más geniales triunfos en el ámbito de la música teatral. Se estreno en un teatro popular como era por entonces el Auf der Wieden el 30 de septiembre de 1791. Al pobre Wolfi le quedaban apenas dos meses de vida pero supo terminar con una mágica risotada final. Cuento de hadas, brujas, pruebas de fuego y agua, hechizos y cantinelas que nunca cansan.

¿La moraleja?... Apártate de los señores a los que les gusta vestirse de pavo real, no están bien de la cabeza, sólamente te traerán problemas.

Os cuelgo dos vídeos con las dos arias de la Reina de la Noche. La primera es la que os he comentado; la segunda es la más conocida y popular, cuando entrega a su hija la espada y la solicita que asesine a Sarastro -por favor que intervenga el defensor del menor-. A pesar de su aparente dificultad es sabido que para las intérpretes la primera presenta más obstáculos. En cualquier caso las dos son de fuegos artificiales y de cierto carácter de nocturnidad que las hacen, en cualquier caso, mágicas. Canta Diana Damrau, una de las Reinas más notables de actualidad. La locura en la primera empieza hacia el minuto 3:30. En la segunda da comienzo hacia el 2:15 -se incluye el parlato anterior-.


jueves, 13 de septiembre de 2007

::zarzuela y teoría queer::



La señora capitana
juguete cómico-lírico de Jackson-Veyán
música de Quinito Valverde y Barrera
(sobran las palabras)


miércoles, 12 de septiembre de 2007

::zarzuela para mentes berlinesas en madrid::

Marina Bollaín, ¿les suena ese nombre? Posiblemente el apellido sí... Pero hoy no hablo de la afamada cineasta, sino de su hermana gemela Marina que, dicho sea de paso, admiro y sigo en la medida de lo que me resulta posible.

Resulta que Marina estudiaba como soprano en la Real Escuela Superior de Canto de Madrid pero lo de aquí no le iba mucho... marcho para Alemania, echó un ojo y se dijo: "yo sé lo que les va a gustar a estos salchicheros". Estudió, cantó y decidió dar el cante rompiendo moldes en lo espectáculos antológicos de zarzuela estrenando en 2001 en Berlín su espectáculo Adiós, Julián. El título hace referencia a uno de los versos de La verbena de la Paloma, sainete del que se cantan varios números junto a otros memorables títulos como La revoltosa, La tempranica, El niño judío, etc.

En Madrid, en el verano de 2006 pudimos disfrutar de su maravillosa visión sobre La verbena de la Paloma para el Hebbel-Theater berlinés(como versión, ella la tituló Noche de verano en la verbena de la Paloma, aquí no se engaña a nadie.) En el Auditorio de El Escorial hubo gente que se levantó crispada al grito de "¡Esto no es zarzuela!" y otros, sencillamente, nos dejamos seducir por su rabiosa contemporaneidad pero a la vez magia teatral pura y dura que sólamente una mente como la de Marina podía conseguir.

El jueves -¡a lo que vamos!- se estrena por fin en Madrid, en el Teatro Albéniz, su Adiós, Julián y no quería dejar pasar la oportunidad de animaros a que acudaís y que disfruteís con una "zarzuela de zarzuelas" donde se reflexiona en torno al papel de la mujer en el género y en la que, por lo visto, tendremos más de una sorpresa. Pobres los que acudan a un teatro sin querer ser sorprendidos... que hay más de uno en esto de la lírica española, creedme.

Estará del jueves al domingo. En Atrápalo.com teneís entradas de patio de butacas desde 10€ (¡no está nada mal! Luego no digaís que recomiendo cosas caras, jejeje). Para atraparlas pinchad aquí mismo. En esta web parece que nada más tienen entradas para mañana y el viernes.

Más información sobre Adios, Julián en esta página.

¡Vuelve pronto por Madrid, Marina!

martes, 11 de septiembre de 2007

::la colección de zarzuela de los kioskos::

Me imagino que muchos de vosotros habreís visto por tele estos días un anuncio en el que publicitan un nuevo coleccionable de Planeta Agostini esta vez dedicada a la zarzuela en DVD. Debe ser que ya se han cansado de colecciones de relojes en miniatura, muñecas de porcelana del mundo o calcetines de las distintas provincias españolas. Bueno... la trampa viene a ser la misma. El contenido se presenta bien pero, ¡ah, sorpresa!, nos venden una colección que o conoces muy bien el género o puedes acabar detestándolo. ¿Razones?

Los magníficos (¿?) asesores culturales-musicales de la editorial han considerado que en esta selecta colección tienen cabida grabaciones de zarzuela de las producidas por el señor José Luis Moreno que no se pueden definir más que como "insultos" y "aberraciones". Una pena, algo hay dentro de la serie que merece la pena, pero claro, en cuanto uno vea los tres o cuatro primeros números se puede desanimar y dejarlo por imposible. No es que yo vaya de finolis pero por ahora sólo puedo recomendaros el primer número doble de la serie: la esteticamente exquisita Luisa Fernanda de hace dos temporadas en el Real con Plácido Domingo, Mariola Cantaredo, Josep Bros y Nancy Herrera, y los dos recitales de los años 90 de Ainhoa Arteta en el Monumental de Madrid. El precio de los dos DVD es de unos 12 euros. No está nada mal.

A medida que avance la serie y según vayan mereciendo la pena los fascículos os intentaré a visar. Me da mucha pena todo esto porque se ha perdido una oportunidad para ofrecer una colección digna e interesante de zarzuela, para la gente sin prejuicios, que quiere aprender y disfrutar de la lírica hispana. Qué envidia siento cuando veo el exito de los coleccionables de El País con óperas -ninguna española, ni siquiera Marina-, música clásica o jazz. El formato disco-libro es realmente atractivo y sería, desde un medio de este tipo, un "romper con el pasado" definitivo. Pensemos el momento de vital importancia en el que nos encontramos. El Real cada vez se abre más a la gente joven y a la calle que quieren ópera... la Zarzuela se cierra y ensimisma en su formato de Teatro Nacional dentro del INAEM. ¡¡Cretinos y mangantes!!

Yo, como joven aficionado a la zarzuela seguiré mi particular campaña desde aquí y desde donde me sea posible para que mis amigos vean que es un género que merece mucho la pena, que lo que hay que hacer es cambiar el chip y abrirse a disfrutar de maravillas como esta...


Dúo de Luisa Fernanda y Javier por Montserrat Caballé y Plácido Domingo

Escuchando esta música me conmuevo. ¿Será la letra? Quien no ha sentido alguna vez lo mismo que Luisa Fernanda? "Venir el amor, cuando no puede ser". Este dúo fue uno de los culpables de que me volviese loco por la zarzuela y por eso me apetecía brindároslo. Si quereís saber más sobre tan preciosa obra no teneís más que bajar a vuestro kiosko y haceros con ella... no aseguro que no termineís con una lagrimita en los ojos.

domingo, 9 de septiembre de 2007

::muere pablo sorozábal serrano::

El día 6 de este mes ha fallecido Pablo Sorozábal Serrano, hijo de Pablo Sorozábal y junto al que compuso una de las comedias musicales españolas más bellas y que duerme el sueño de los justos desde su estreno en 1958: Las de Caín, sobre la popular pieza teatral de los hermanos Álvarez Quintero. Padre e hijo querían componer una obra lírica con su algo de sainete madrileño pero que sonase, a la vez, moderna y cosmopolita, para todos los públicos del mundo. Lo consiguieron, no cabe duda. El éxito fue grande pero la obra no duró mucho en cartel. Eran malos años para la lírica y el público quería cada vez más repertorio clásico y dejarse de innovaciones. Una pena, ¿qué hubiera podido ser si padre e hijo hubieran vuelto a colaborar creando una zarzuela tan original, divertida y luminosa como Las de Caín?

Llamé por teléfono a Sorozábal Serrano hará año y medio... su corazón no se encontraba bien y no quiso concederme una entrevista. Me hubiera gustado charlar con él sobre Las de Caín, ¿qué era componer junto a un monstruo de nuestra música como Sorozábal padre? ¿Cómo se escribe una zarzuela tan genial?... En fin, me quedé con las ganas. Hubiera sido el momento de hablar de la actual revalorización de las comedias líricas de Sorozábal en el Teatro Español (La eterna canción, Adiós a la bohemia, Black el payaso). ¿Qué pasa con Juan José, la ópera del maestro que aún no se ha estrenado?...

En Rebelión Carlos Fernández Liria ha escrito una humanísima semblanza sobre Sorozábal Serrano que os animo a que leaís.

Mi homenaje desde este blog no puede ser otro que invitaros a escuchar un número fabuloso de Las de Caín de "los dos Sorozábal". Para escucharlo debeís pinchar aquí.

Sorozábal Serrano había nacido en 1934. Ese año, en el cine-teatro Fuencarral Sorozábal padre estrenó una de sus más brillantes creaciones, el sainete madrileño moderno y republicano La del Manojo de Rosas. En la cabecera de la partitura escribió el maestro:

A mi hijo Pablo, que vino al mundo a la vez que esta partitura.

Sin duda todo un regalazo. Esperemos que ahora, allá donde estén, en el cielo de los rojos o donde sea, estén cantando la zarzuela que le regaló su padre o componiendo nuevas comedias como Las de Caín.

Padre e hijo junto a Lola Rodríguez de Aragón,
directora de la Zarzuela en 1958 y que participó activamente
en la creación y estreno de
Las de Caín.



sábado, 8 de septiembre de 2007

::curro el de lora regresa a madrid::

Hoy, 8 de septiembre de 2007, tendrá lugar la re-encarnación de una zarzuela que no se representa desde que se estrenase en el Teatro Apolo de Madrid en 1925. Se llama Curro el de Lora, su libro es de Tellaeche, Góngora y la música, ni más ni menos, que de ese monstruo del teatro musical que fue el maestro Francisco Alonso, autor, entre otras de La linda tapada, La calesera, Me llaman la presumida, La parranda, Las leandras, Las de Villadiego, Luna de miel en El Cairo... ¿os suenan? Uno de los compositores de oficio más grandes e imponenetes que ha dado España, no cabe duda, autor de inolvidables piezas y que en todas sus obras demostró un arte finísimo, un melodismo insuperable, una orquestación preciosa... Sabía adaptarse a todos los géneros, desde la comedia musical jazz estilo americano de Luna de miel... al zarzuelón regional como La picarona.

En Curro el de Lora Alonso parte del referente de la Doña Francisquita (1923) de Amadeo Vives con la que había resurgido definitivamente el género grande, zarzuelas en más de un acto. Alonso, con su Curro, se plantea construir una zarzuela pero con pretensiones que trascienden por momentos del ámbito de lo cómico-lírico de la zarzuela y que se acercan estéticamente a la ópera -gran concertante final, el dúo entre la gitana y Loliya...-. Pero los momentos realmente regocijantes, en los que dices "¡este es el maestro Alonso!" son los que nos saben a zarzuela, a zarzuela de la buena. Andaluzada de gitanas y bandoleros, ¡cierto!, pero de trazo tan fino y seguro que podríamos ponerla como fondo musical de un cuadro de Romero de Torres.

De la hazaña de recuperar esta obra de su sueño -en su día no gustó del todo al público por su "solemnidad"... esperaban del maestro otro bombazo como "Banderita"- se ha encargado el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU) elaborando una edición nueva, crítica, de la obra, a partir de la propuesta de los herederos del maestro y apoyándose en la productora KL Ópera. El ensayo general de ayer ha sido todo un éxito, en el Teatro Monumental con la orquesta y coro de RTVE... la función de hoy, con público y de seguido, será un exitazo, no cabe duda. Se va a grabar en CD y DVD... Ahora sólo cabe esperar que se anime algún teatro a montarla.

Los artistazos de la proeza se llaman: José Julián Frontal, inimitable y perfecto Curro el de Lora, Elisabete Matos como Loliya, Ruth Rosique exquisita Trini, Aurelio Puente será Richemond. Juan de udaeta, además de encargarse de la edición crítica, dirige musicalmente el evento y en el ensayo, al menos, lo ha hecho con una fuerza sobrehumana... es una orquesta que se toca sola.

Suerte para todos ¡y para Curro el de Lora!

Foto del dúo cómico entre Trini y Richemond en el día de su estreno en Apolo

jueves, 6 de septiembre de 2007

::una furtiva lágrima por pavarotti::

... hoy ha fallecido, ante todo, una figura, un icono de la Italia del último tercio del siglo XX. Pavarotti sólo podía ser Pavarotti. Su figura, su pañuelo, su barba, su sonrisa (¡su sonrisa!)... Pero hoy el corazón ha dicho "hasta aquí" y se calló para siempre el ídolo, el hombre, la voz. Me gustaría hacer desde aquí un homenaje a uno de los tenores más brillantes que jamás hayan existido y que dio vida a personajes que sólo podemos imaginar con su voz... Rodolfo de La bohème, El amigo Fritz, Calaf de Turandot...

Hoy os dejo una de sus grandes creaciones, la inolvidable ária de El elixir del amor de Donizetti, "Una furtiva lágrima". La introducción de fagot y la breve coda suenan más tristes hoy que nunca, pero sonríamos por este cacho de tenor que siempre se mantuvo alegre y supo dar lo mejor de sí mismo hasta la despedida.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

::mis heroínas preferidas (III) - lucia di lammermoor::

En ópera hay heroínas que con decir su nombre, sin su apellido, ya está todo dicho. Decir Lucía es decir Lucia de Lammermoor, enrevesado título que es, para mi gusto, una de las cumbres del belcanto italiano y sin duda una de las tres mejores ópera de Gaetano Donizetti. Es, al menos, junto a El elixir del amor su obra más "mítica", por la que más se le recuerda y canta por el mundo. Hay melodías de Lucía que a todos los aficionados a la lírica nunca se nos olvidarán y que vuelven a nuestra cabeza una y otra vez por mucho que pase el tiempo. ¿Por qué? pues porque es una obra genial, perfecta en su género; un modelo de melodrama italiano romántico dentro de la corriente estética que se denomina "belcanto" y que es, para los que no saben mucho de ópera, un estilo de escribir música en el que la voz es la absoluta protagonistas. En estas óperas quienes se lucen son los cantantes en sus enormes árias, dúos, concertantes... Donizetti, a pesar de ello, fue un finísimo orquestador y en esta obra se muestra especialmente sensible con detalles de arpa y de vientos madera.


Lucia es una obra de sensibilidad extrema. El libreto, de Cammarano, se basa en el drama La novia de Lammermoor de Walter Scott, una leyenda escocesa sobre una novia que en su noche de bodas asesina al hombre con quien la han obligado a casarse y aparece loca y bañada de sangre aún con su traje nupcial. La razón de su delirio es que ama a otro, a Edgardo, de familia rival a la suya y que le es, socialmente, prohibido. El amor entre ambos es fatal... la única solución es la muerte. Lucia acabará sucumbiendo. Edgardo, cuando se entera de su estado se da muerte con su propia espada.

Momentos memorables de esta obra, estrenada en Nápoles en 1835, son el aria de entrada de Lucia, el dúo de amor, el dúo entre ella y su hermano, el sexteto concertado de la escena de la boda... pero sobre todo la escena de la locura de Lucia, puro icono operístico. Ella, su vestido manchado y el puñal. Para el estreno Donizetti añadió a dicha escena una harmónica de cristal (este instrumento de vasos de cristal que aún hay quien toca por la calle) y así crear una atmósfera alucinante y alucinada, ideal para crear esa ilusión de delirio hasta para quienes escuchan los trinos y escalas de la pobre Lucia desde sus butacas. Sin embargo muchas veces, casi siempre, se ha sustituido la harmónica de cristal por una flauta travesera pues, dicen, que el efecto en la sensibilidad era tan grande que llegabas a sentirte mal en tu asiento y que las damas más cursis se desmayaban. Yo, la verdad, creo que se debe más a la dificultad hoy día de encontrar a un buen tañedor de tán curioso instrumento callejero.

Mi Lucia predilecta en lo teatral sería Maria Callas, de una profundidad asombrosa y con una manera de decir el texto que eriza el vello a cualquiera (cómo no recordar su "al fin son tua... al fin sei mio" cuando en la escena de locura sueña que se está casando con Edgardo.) Mariella Devia -que ya se ha despedido del rol para siempre en su despedida de la Scala- fue una maravillosa Lucia. Considerables las de Sills o Sutherland. Pero buscando vídeos en el Youtube para dejaros uno me he encontrado con la de Natalie Dessay, soprano ligera francesa que sin cantar muy maravillosamente interpreta el momento con una sensibilidad exquisita. Espero que delirís con ella... por cierto, es en la versión francesa y tiene dos partes.



lunes, 3 de septiembre de 2007

::mis heroínas preferidas (II) - mélisande::

Había una vez un reino llamando Allemonde… en un bosque muy oscuro se encontraron una tarde Golaud, el príncipe heredero del rey Arkel, y Mélisande, una doncella que no se sabe de dónde viene ni porqué se encuentra así, mirándose en el manantial mientras llora. “Ne me touchez pas!… Ne me touchez pas!” (¡No me toques!... ¡No me toques!). Mélisande es duda y certeza. “Me han hecho daño… todos me han hecho daño”. ¿Quién es? ¿Por qué llora?

El príncipe Golaud decidió llevarla a su fortaleza y hacerla su prometida con el consentimiento de los reyes. Ella será quien sustituya a la princesa que murió dejándole a un hijo, Yniold. Pero la fatalidad y el Manantial de los Ciegos, envuelto en sombras, llevan a Mélisande a un amor fatal con el príncipe Pelléas…

A partir de aquí Debussy desarrollará la que es una de las más bellas y sobrecogedoras óperas nunca escritas. Mélisande es como el último gemir de un llanto nocturno… es luz y es sombra, es la duda eterna, el sol y la luna en constante brillar y nublarse. Golaud, símbolo del deber social y de lo que Mélisande debe respetar –el macho que la ha salvado de su pérdida en el bosque- terminará atravesando con su espada a su hermano Pelléas… Justo antes se alcanza el gran climax de la ópera, en un dúo de amor en constante crecer y en el que nos recreamos anta la poesía desnuda y simbolista del libreto de Maeterlinck.

Mélisande – Yo también te amo… (…)

Pélleas- Se diría que tu voz ha pasado por el mar de primavera (…) ¡Tu boca! ¡Tu boca!

Mélisande - ¡Sí! ¡Sí!

Pélleas- ¡Todas las estrellas caen sobre mí!

Mélisande sólo sabe decir ante el cadáver de Pélleas “No tengo valor, no tengo valor…”. Morirá al poco tiempo, dando a luz a una princesa y sin decir nunca “la verdad”, a verdado que Golaud la pide insistentemente a lo largo de toda la obra y que nunca llegará a escuchar de sus labios. “Es el turno de la pobre pequeña”.

Desde lo más profundo se desarrolla este cuento de símbolos y olor a susurros que Debussy estrenó en 1902 (¡el mismo año de “Adriana Lecouvreur”!) en la Opèra Comique de Paris. El escándalo fue monumental por cierta escena en la que Yniold ve subido en los hombros de su padre a Pelléas y Mélisande haciendo el amor y lo describe a su padre cornudo -muy poéticamente, eso sí-. El escándalo, realmente, se debió a un libreto que destrozaba los pilares sobre los que se sostenía la sociedad francesa liberal y burguesa de principios de siglo. La música de Debussy resultaba demasiado exquisita, demasiado importante para una sala donde se esperaban obras frívolas y fáciles de entender.

Hablando sobre esta ópera, mi favorita quizás… y escuchando a una de mis heroínas preferidas me despido por hoy… Dejaros llevar por su irresistible encanto y voluptuosidad. Cuelgo el vídeo de uno de los encuentro de los míticos amantes… ella canta una canción y él quiere acariciar sus cabellos…

domingo, 2 de septiembre de 2007

::mis heroínas preferidas (I) - adriana lecouvreur::

Hoy comenzaré -espero continuar toda la semana- una cadena de posts acerca de mis heroínas preferidas. La mayoría, supongo, serán personajes de óperas... quizás alguna de zarzuela, pero es que la ópera, para esto de las emociones al límite, son ideales. La zarzuela es mucho más "como la vida misma"... tiene la fuerza de lo cotidiano, aunque por supuesto que hay excepciones y las comentaré en su debido momento.


Hoy os quiero contar la historia de la mítica
Adriana Lecouvreur, una actriz francesa del siglo XVIII que fue protagonista de una ópera que, si bien hoy no es muy representada, al menos conserva el perfume de las obras que fueron escandalosamente exitosas en su tiempo. Adriana fue estrenada en el Teatro Lírico de Milán en 1902 y su compositor era Francesco Cilea, uno de los máximos representantes de la corriente musical verista (en ópera el verismo viene a ser lo que el naturalismo en literatura.) El libretista era Arturo Colautti y se basó en la obra de teatro homónima de Scribe y Legouvé.

La Lecouvreur fue una actriz de la Comédie Française -debutó en 1717- y fue íntima amiga de Voltaire. En la ópera de Cilea nos cuentan sus amoríos con Maurice de Saxe, conde de Sajonia, y su rivalidad con la mala malísima de la historia, la Princesa de Bouillon. El enredo amoroso es complicado y enrevesado, pero hace que mantengas la atención y que no te aburras en ningún momento. Los encuentros entre ambas protagonistas son memorables, así como el dúo de amor, el ária de tenor y, por supuesto, las dos grandes arias de Adriana.

La obra termina como solo podía terminar un operón trágico y apasionado. A Adriana, que cree que su amor con Maurizio ha terminado en el acto anterior, le llega un ramito de violetas seco -lo conservaba de cuando se amaban- en un cofre con una carta para ella. Adriana se encuentra mal... llega Maurizio, se aman, se desean... pero el ramito de violetas conservaba un mortal perfume que la Princesa había depositado en él. A Adriana no le queda más que delirar creyendose en la escena y morir en brazos de su amado Maurizio.

Me despido por hoy... Ójala podamos ver pronto en el Teatro Real la historia de Adriana Lecouvreur. En Madrid no se representa desde 1988 -¡casi veínte años!-. Mientras tanto podemos ver en este vídeo a Marcella Pobbe cantando la famosa ária de entrada de Adriana, "Io son l úmille ancella". Va vestida de Melpomene, personaje de la obra que está ensayando. En este ária se muestra como absoluta sierva del arte y de la poesía.



Si quereís ver más:

-Vídeo de la Caballé cantando el ária de las flores, cuando respira su mortal hedor y cree que todo con Maurizio ha terminado.
-Vídeo del dúo del primer acto entre los amantes.
-Fedora Barbieri en el ária de la Princesa...